Una cadena hotelera implica para los huéspedes, eliminar la incertidumbre, y para los propietarios, maximizar sus beneficios gracias a las economías de escala que logran al centralizar operaciones como las reservas, marketing, capacitación del personal y compras.
Muchas cadenas y marcas no son propietarias de los hoteles de su cartera. En su lugar, franquician la marca o gestionan la propiedad para propietarios independientes.
El modelo de franquicia ya representa más del 65% de los hoteles de EE.UU.
A principios de la década de 2000, había más de 20 grandes empresas hoteleras. En la actualidad, los 10 mayores grupos controlan un asombroso 65% de la oferta de habitaciones en Estados Unidos.
¿Cómo funcionan las marcas hoteleras? Franquicia y acuerdos de gestión
Contrariamente a la creencia popular, las megacadenas utilizan predominantemente contratos de franquicia para expandir su imperio con una inversión mínima de capital.
Una marca hotelera unifica los hoteles por estándares de marca, comodidades, diseño y servicio. La marca crea reconocimiento, moldea las expectativas de los huéspedes y diferencia a los hoteles de la competencia.
Franquicia
Los franquiciados pagan un canon inicial y continuos cánones por el uso bajo licencia de marcas mundialmente reconocidas, sistemas de reservas, campañas de marketing, programas de fidelización y otros servicios.
Aunque las operaciones cotidianas se gestionan de forma independiente, las franquicias deben cumplir las normas de la marca en aspectos como la decoración, los servicios y la experiencia de los huéspedes. Para los propietarios, la menor autonomía supone una mayor eficiencia operativa y de distribución.
Acuerdos de gestión
En virtud de estos contratos, los propietarios de hoteles contratan a empresas para que gestionen los establecimientos en su nombre. Los servicios suelen abarcar marketing, marca, reservas, compras, recursos humanos y contabilidad. Los modelos de remuneración incluyen honorarios base + incentivos que generan en torno al 2-7% de los ingresos totales para los operadores.Los contratos duran entre 10 y 15 años en promedio y los propietarios conservan el control de la propiedad.
¿Por qué elegir grandes marcas?
El reconocimiento, la escala y el acceso a sistemas de reservas globales son ventajas convincentes y atractivas. No obstante, hoy más del 66% de los hoteles del mundo siguen siendo independientes. Para los propietarios que dan prioridad a la distinción y el carácter local, la independencia sigue siendo la mejor opción.